Lectura: Juan 10: 1-2
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El capítulo 10 comienza con la expresión "De cierto, de cierto os digo" para enfatizar lo que viene a continuación. El contexto, especialmente del versículo 19, muestra que les dijo esto a los mismos fariseos que en el capítulo anterior crearon toda esa controversia sobre la curación del ciego.
Los fariseos se creían los verdaderos pastores del pueblo, pero Jesús muestra aquí que ellos estaban lejos de tener las calificaciones necesarias para ello. Los tres puntos importantes de este capítulo son: Jesús entra por la puerta, Jesús es la puerta, y Jesús es el Pastor de las ovejas.
Quien entra por la puerta es el que está sujeto a las condiciones establecidas por el dueño de la casa. Jesús vino en total sumisión al Padre y cumplió cada paso que se había establecido para el Mesías prometido. El no derribó la puerta como lo haría un ladrón o un líder revolucionario. El no vino para robar, matar o destruir. Jesús es el humilde Siervo, como dice en Filipenses 2
“el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Filipenses 2:6-8
Debes recordar lo que sucedió en el bautismo de Jesús. Mientras que los judíos fueron bautizados por Juan el Bautista para arrepentimiento, Jesús, que no tenía ningún pecado del cual arrepentirse, también quiso ser bautizado. Además de cumplir el camino trazado para el Mesías, pudo así identificarse con los que fueron bautizados.
"Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.” (Marcos 3:14-15).
No olvides que en los evangelios vemos a Jesús en relación con Israel. La Iglesia solo llegaría a existir en el capítulo 2 del libro de los Hechos, por lo que su rebaño, aquí en este capítulo, es Israel, no la Iglesia. Sin embargo, podemos aplicar esto también a aquellos que creen en Cristo hoy. Lo mismo puede decirse de los diferentes aspectos que asume Jesús como Pastor.
En este capítulo, él es el "buen Pastor" que da su vida por las ovejas. En Hebreos 13:20, él es el "gran Pastor" que resucitó y completó la obra de redención de sus ovejas. En 1 Pedro 5: 4, él es el "supremo Pastor" que regresará para dar a las ovejas una corona incorruptible de gloria.
¿Quieres ver esta misma secuencia en los Salmos? Lea los Salmos 22, 23 y 24 (en las ediciones católicas de la Biblia la numeración es 21, 22 y 23). Jesús aparece en estos Salmos como el "Buen Pastor", el "Gran Pastor" y el "Supremo Pastor", el que murió, vive y volverá.
En los próximos 3 minutos haremos un recorrido por los Salmos para seguir la trayectoria del Pastor.
Traducción: Rudnei Santos
Revisión: Claudia Villarrubia
Edición y Grabación: David Cristhian
