Lectura: Juan 9: 24-41
Video:https://youtu.be/odZ8REtsl3M
Los fariseos religiosos no desisten. Ellos vuelven al hombre que ha sido sanado y le exigen que hable mal de Jesús. Quieren que diga que Jesús es un pecador. El ex ciego es lo suficientemente sincero como para admitir: "Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo." (Juan 9:25)
En el diálogo que sigue, la audacia del hombre sanado por Jesús es notoria. El que nació ciego y nunca ha leído un libro, puede incluso dejar a los fariseos en una situación difícil. Del verso 27 al 33 él responde a la insistencia de los fariseos, más o menos así:
“¿Me preguntáis cómo Jesús me abrió los ojos? “Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?” Tan sabios sois y, sin embargo, no saben de dónde éste Jesús abrió mis ojos. “Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.”
En el capítulo 4 de Hechos, los líderes religiosos también se sorprenden con el desenvolvimiento de Pedro y Juan, aquellos simples pescadores. Allí dice que "...sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.” (Hechos 4:13)
Ud. puede tomar todos los cursos de teología del mundo y permanecer ignorante acerca de Jesús. Sólo en su presencia y en comunión con Él sabrás quién es realmente. Como María, hermana de Lázaro y Marta, sólo a los pies de Jesús se descubre lo magnífico que es Él. Jesús, que es Dios y Hombre.
Los fariseos terminan la conversación de la misma manera en que los líderes religiosos que se consideran superiores a los laicos: “...naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros?” (Juan 9:34) Luego expulsan al ex ciego. Mejor así. ¿Por qué? Ahora, libre de la influencia de la religión y sus líderes, este hombre ahora está listo para saber más acerca de Jesús.
Jesús se revela a él como el “Hijo del Hombre”, expresión que el profeta Daniel usa para el Mesías: “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de Hombre… y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.” (Dan 7:13, 14)
Ahora aquel hombre no solo cree, sino que también adora a Jesús. No olvides esto: no tendrás una visión clara y cristalina de quién es Jesús mientras estés bajo la influencia de las religiones y sus líderes. Si este es tu caso, espero sinceramente que tú también seas expulsado de todo esto para encontrarte con Jesús y adorarlo allí.
En los próximos 3 minutos Jesús alerta a los ladrones y lobos, que solo quieren robar, matar y destruir las ovejas.
