# 197 El ciego que ya no era
Lectura: João 9: 8-12
Video: https://youtu.be/4WgJ1f5P3Ic
Ahora los amigos y vecinos del ciego que fue sanado no lo reconocen. "¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.
Siempre se sale diferente de un encuentro personal con Jesús. No es que se necesite experimentar algo tan radical como una cura física, como este ciego, o algún tipo de experiencia mística que haga perder el control de uno mismo. Ser tocado por Jesús es tener los ojos abiertos a las realidades espirituales. Aquí pasan tres cosas.
La primera es la transformación de un estado a otro. El ciego es literalmente curado y ve. Cuando te reconoces espiritualmente ciego y crees en el Salvador, eres sanado de tus pecados. Se elimina el bloqueo que te impedía ver las verdades espirituales. Tu perspectiva de la vida ahora incluye la eternidad.
Segundo, ahora el ciego también sabe adónde va. Antes podía saber que estaba en un camino, pero no podía ver su destino. Si recorres el camino de la vida sin saber adónde vas, todavía estás ciego. La tercera consecuencia del encuentro con Jesús es que familiares y amigos perciben el cambio, incluso sin saber qué ha cambiado.
Después de ser salvado por Jesús, comienzas a testificar, como lo hace el ciego aquí. Incluso a llevar a otros a Jesús, porque algunos quieren saber dónde está Jesús. También quieren reunirse con él, ya sea por mera curiosidad o porque realmente quieren que sus vidas sean transformadas.
Pero no esperes que al ser tocado por Jesús, obtendrás un conocimiento instantáneo de las cosas de Dios. Su salvación sí es instantánea: al creer en el Salvador, se perdonan inmediatamente todos tus pecados. Pero el conocimiento de quién te salvó vendrá gradualmente, como ocurre aquí con el hombre que era ciego.
Tu salvación no depende de cuánto sepas, sino sólo de tu fe en el Salvador y de lo que él ha hecho por ti. Alguien que se convirtió hace 30 segundos es tan salvo como alguien que se convirtió hace 30 años. Todo lo que necesitas saber es que Jesús murió para llevar tus pecados y resucitó al tercer día para tu justificación.
Las religiones humanas que condicionan la vida eterna al estudio humano y la superación, hacen del cielo un lugar lejano e inaccesible. Pero el ladrón convertido junto a Jesús en la cruz simplemente clamó por la salvación y fue escuchado: "Hoy estarás conmigo en el paraíso", dijo Jesús. Este es el Dios de la Biblia, accesible y listo para salvar. Dice: "En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.". 2 Cor 6: 2
En los siguientes 3 minutos, el ciego sanado enfrenta la oposición de la religión y su familia se avergüenza de lo que le sucedió.
