Lectura: Juan 9: 1-3
Video: https://youtu.be/DCfRFriyDBY
Al final de una noticia en internet sobre el terremoto de Haití, un lector dejó su comentario: "Si Dios existe, entonces es un incompetente". ¿Has notado que siempre que algo sale mal hay personas que señalan a Dios con el dedo? Los ateos son los que más les gusta culpar a Dios que afirman que no existe.
Esta práctica no es en absoluto original. Adán fue el primero en culpar a Dios por darle a la mujer que lo llevaría al pecado. "Fue la mujer que me diste como compañera quien me dio el fruto del árbol, y yo lo comí" (Gn.3:12). Adán implica que nada de esto habría sucedido si Dios no hubiera creado a su esposa.
¿Alguna vez has culpado a alguien por tus propios errores? Demuestra que eres tan pecador como Adán. Oh, ¿nunca cometes un error? Bueno, entonces tu caso es más serio. Todo profesional de la salud conoce las cinco etapas por las que atraviesa un paciente cuando recibe la noticia de que tiene cáncer.
Primero viene la negación: "Esto no me está pasando". Luego la ira: "¿Por qué yo?". El siguiente paso es negociar y tratar de resolver el problema uno mismo: "Si cambio mi vida, el problema desaparecerá". Luego la depresión: "¡Ay de mí! ¡Estoy perdido!". Finalmente llega la aceptación y la voluntad de recibir ayuda externa.
El pecado, primero de los ángeles y luego del hombre, es un cáncer que ha arruinado no sólo a la especie humana, sino a toda la creación. El apóstol Pablo explica, en Romanos 8, que "la creación fue sujetada a la vanidad" y vive en la expectativa "de ser liberada de la esclavitud de la corrupción" y "toda la creación a una gime y sufre hasta ahora" (Ro. 8:20-22).
Todo, absolutamente todo, quedó arruinado: las criaturas, la tierra, el universo, el tiempo y el espacio. Y cuando la Biblia dice que toda la creación sufre dolores de parto, comprende que la metáfora es bastante precisa: los dolores de parto tienden a aumentar y ocurren en intervalos cada vez más pequeños hasta la hora final. El sufrimiento creciente y más frecuente debe ocupar los titulares hasta que Cristo regrese.
En este capítulo 9 del evangelio de Juan, Jesús ve a un hombre que nació ciego y sus discípulos le preguntan: "Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?" La respuesta la verás en los próximos 3 minutos.
Mientras tanto, ¿qué tal analizar en qué etapa te encuentras? ¿Niegas que eres un pecador? ¿Sientes enojo y culpas a otros por tu pecado? Decidiste cambiar de vida para solucionar el problema ¿Caíste en depresión porque no pudiste? Bueno, ¿quieres un consejo? Ve a la última etapa de inmediato y pide ayuda externa: acude a Jesús en busca de perdón y salvación.
