"Me buscareis y no me hallaréis" está en futuro. Pero a continuación, dice: "donde yo estoy, vosotros no podéis venir. ¿Dónde más podía estar Jesús en ese exacto momento en que hablaba con ellos? En el cielo. Así es, al mismo tiempo en el cielo y en la tierra, porque él es Dios. Pero el horror de estas palabras estaba en la imposibilidad de que ellos estén en el cielo con Jesús, un destino que ellos automáticamente sellaban al rechazarlo.
No era el deseo de Dios que aquellas personas terminasen así. Unos 600 años antes el Profeta Jeremías revelaba las intenciones de Dios: "porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros pensamientos de paz y no de mal… Me buscaréis y me hallaréis porque me buscareis de todo vuestro corazón " (Jeremías 29: 11). Esa era una promesa para un pueblo que estaba exiliado en Babilonia, pero el sentimiento de Dios no cambió.
Hoy en día, si eres consciente de que la vida aquí no es más que un exilio en un mundo de tristeza y dolor, la misma promesa vale para ti: "Me buscaréis y me hallaréis". ¿Cuándo? Inmediatamente. ¿Y después? Bueno, algunos de esos judíos pudieron creer en Jesús más tarde, al descubrir que había sido enviado a morir y resucitar para ellos. Pero para ti puede no existir esa chance.
Digo esto porque en cualquier momento la ventana de oportunidad se puede cerrar para ti. ¿Cómo así? Bueno, hay varias formas de que eso pase, si escuchas y no crees en el Evangelio, cuyo mensaje se resume en que Jesús murió en la Cruz para pagar por tus pecados y resucitó al tercer día para tu justificación.
Una parálisis en cualquiera de tus neuronas te puede hacer incapaz de creer lo que oíste. O tu corazón puede dejar de latir y la muerte cerrar la oportunidad de ser salvo. Sin embargo, existe otra posibilidad, que es bendita para aquellos que creen, pero aterrador para aquellos que oyen el Evangelio y no creen: el regreso de Jesús en cualquier momento.
La Biblia dice que él viene primero en un evento secreto, para resucitar a los creyentes muertos y sacar del mundo a los creyentes vivos. Es lo que llamamos "Arrebatamiento". Algunos años más tarde Él vuelve de modo visible y terrible. Todos los que oyeron el Evangelio antes del arrebatamiento y no creyeron, serán incapaz de creer porque Dios hará ese bloqueo. Después de todo, era lo que querían desde el principio, ¿no es verdad?
En su segunda carta a los Tesalonicenses, al hablar de las personas en el período entre el arrebatamiento y la venida de Jesús, el apóstol Pablo pone más o menos así: "Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad... por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos" (2 Ts 2:10-12).
Tick-Tock-tick-tock...