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El problema de Natanael
Lectura:Juan:44-51
En su alegría de recién convertido, Felipe fue a contar las buenas nuevas a
Natanael. Los nuevos convertidos son los más apasionados en evangelizar. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que el mensaje de Felipe no es del todo correcto.
Afirma haber encontrado aquel de quien escribieron Moisés y los profetas, Jesús de
Nazaret, el hijo de José.
Jesús no era de Nazaret, era de Belén y no era hijo biológico de José, sino que fue
engendrado por el Espíritu Santo. Incluso sin saber todo acerca de Jesús, Felipe es
utilizado por Dios para llevar las buenas nuevas. Si usted acaba de conocer al
Salvador, no seas tímido pensando que sólo puede hablar de él después de conocer
muy bien la biblia. Los sacerdotes estudiaban las escrituras todos los días y se
jactaban de conocerlas aun así crucificaron al Mesías.
Si usted es orgulloso en su conocimiento y desprecia al nuevo convertido que habla
de Jesús de forma inexperta y poco ortodoxa, cuidado porque el conocimiento
ensoberbece. Ayude a los nuevos convertidos para entender mejor las escrituras,
como Priscila y Aquila en el libro de los hechos con el elocuente Apolos, un hombre
joven con mucha motivación, pero con poco conocimiento de Jesús. No es
necesario tomarse el tiempo para desalentar a los nuevos convertidos. Satanás ya
hace eso.
El problema de Natanael es justamente saber más que Felipe, lo que lo hace actuar
con desprecio y desdén. Natanael sabe que el Mesías debe venir de Belén. Y dice:
“¿Nazaret? ¿de ahí puede salir algo bueno?” (Jn 1:46), se burla de él,
avergonzando a Felipe. La ironía y el sarcasmo son las actitudes de las personas
que se consideran superiores. El usó de su conocimiento de las escrituras para
ridiculizar el mensaje traído por Felipe, Natanael es, por así decirlo, Cocinar "el
cabrito en la leche de su propia madre" (Ex 34:26). La expresión del Antiguo
Testamento indica que aquello que Dios hizo para alimentar a los pequeñitos no
debe usarse nunca para matarlos.
Felipe hace bien en no discutir. Él simplemente invita: "vengan y vean". Es todo.
"Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él", dice el
Salmo 34: 8. pruebe creer en Jesús. Natanael acepta la invitación y es llevado a
Jesús, que revela detalles de su carácter y dice te vi sentado bajo una higuera. El
Señor sabe quiénes somos y dónde estamos, y esto impresiona a Natanael, que
pasa a llamar a Jesús de Maestro, hijo de Dios y rey de Israel.
Pero no se engañe pensando que un encuentro personal con Jesús es el final de la
historia. Es sólo el comienzo. "¿Crees porque te dije que te vi bajo la higuera?",
pregunta Jesús a Natanael. Jesús asegura que Natanael verá cosas aún mayores,
como el propio cielo abierto (Jn 1:50-51). El cielo abierto es la visión reservada para
todo aquel que cree en Jesús y será también su expectativa si crees en él. Sin
embargo, para el incrédulo, sólo le espera una tumba abierta y el abismo abierto al
salir de esta vida. En los próximos 3 minutos los milagros de Jesús comienzan en
una fiesta.
Tick-Tock-tick-tock...