Si la religión fuera suficiente para salvar a alguien, Nicodemo no
necesitaría hablar con Jesús. Él es un hombre religioso, una autoridad en
el judaísmo y por la noche fue a encontrarse con Jesús. En una sociedad
sin la electricidad, ir por la noche para encontrarse con un desconocido no es
algo común, a menos que usted no quiera que sus amigos lo vean. Puede
haber sido el caso de Nicodemo.
Los sacerdotes, fariseos y saduceos no estaban disfrutando ni un poco de
la situación. Primero aparece un tal Juan bautizando y anunciando la
llegada del Cordero de Dios. Y luego viene Jesús haciendo milagros y atrayendo
a las multitudes. El clero odia la concurrencia, aun cuando sea Dios mismo
que viene al mundo en forma humana.
A pesar de toda la religión, Nicodemo siente que falta algo. Llamó
a Jesús de Maestro, sin tener idea que está delante del que el profeta Isaías
lo llamó "Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz" (Is
9:6). Considerar a Jesús apenas un maestro, o espíritu evolucionado, como
algunos lo llaman hoy en día, es como felicitar a Einstein por saber sumar dos más
dos. Jesús es Dios y como tal debe ser reconocido y adorado.
La respuesta de Jesús parece no tener nada que ver con el principio de
la conversación de Nicodemo. Pero Inmediatamente después de ser
elogiado como maestro, Jesús le dice: "de cierto te digo: nadie
puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo" (Jn 3:3). En
otras palabras, si Nicodemo quería hablar, tendría que ser a otro
nivel. Antes de poder ver la esfera en la que Jesús obraba Nicodemo
tendría que recibir una nueva vida, ser transformado en una nueva
criatura. Él necesitaba nacer de nuevo, nacer de lo alto o nacer de Dios.
Jesús utiliza el ejemplo del nacimiento natural. Antes de nacer, usted
no tenía ni idea de lo que se encuentra fuera de ese pequeño mundo donde pasó
nueve meses. Además, su concepción y su nacimiento no dependían de usted,
sino de sus padres. Todas las decisiones y todos los esfuerzos fueron de
otros, no de usted. usted fue un agente pasivo en todo el proceso. Lo que
Jesús quiso decir es que, aunque era necesario que Nicodemo naciera de nuevo
para ver el Reino de Dios, es tan imposible para él solo, hacer eso, así como
un niño resolver nacer en este mundo.
En este punto Nicodemo entiende aún menos de lo que entendida cuando
llegó para hablar con Jesús. Él no logra pensar fuera de la caja de cosas
naturales y pregunta ¿cómo es posible que alguien pueda regresar al vientre de su
madre para nacer de nuevo? Y Jesús responde que no está hablando acerca de un
nacimiento natural. No se trata de regresar al vientre de la madre o
reencarnar, como algunos creen. Es necesario nacer del agua y del Espíritu
Santo. ¿Usted ya escucho hablar del Espíritu Santo?, ¿pero de qué agua
está hablando Jesús? Es lo que usted verá en los próximos 3 minutos.
Autor: Mario Persona
Traducción y Narración: David Cristhian
Este sitio no tiene fines de lucro, el autor Mario Persona es un consultor y orador empresarial que en su tiempo libre habla de Cristo sin pedir dinero. No está conectado a ninguna denominación u organización religiosa. Se congrega solo al nombre del Señor fuera del sistema denominacional.
Los textos y videos en este blog pueden usarse libremente como devocionales y también como modelos para preparar sermones, predicar el evangelio y estudios bíblicos.
Mario Persona es un orador y consultor de comunicación, marketing y desarrollo profesional www.mariopersona.com.br . No tiene formación ni título eclesiástico y no está vinculado a ninguna denominación religiosa, congregándose desde 1981 solo al Nombre del Señor Jesús. Este mensaje originalmente no contiene publicidad. Algunos sistemas para enviar correos electrónicos o RSS generalmente agregan mensajes publicitarios que pueden no expresar la opinión del autor.
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