#135 El problema de Natanael
Video: https://youtu.be/nKXqlkCl7R4
Lectura: San Juan 1:45-51
En su alegría de recién convertido, Felipe fue a contar las buenas
nuevas a Natanael. Los nuevos convertidos son los más apasionados en evangelizar. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que el mensaje de Felipe no es del todo
correcto. Afirma haber encontrado aquel de quien escribieron Moisés y los
profetas, Jesús de Nazaret, el hijo de José.
Jesús no era de Nazaret, era de Belén y no era hijo biológico de José, sino
que fue engendrado por el Espíritu Santo. Incluso sin saber todo acerca de
Jesús, Felipe es utilizado por Dios para llevar las buenas nuevas. Si
usted acaba de conocer al Salvador, no seas tímido pensando que sólo puede
hablar de él después de conocer muy bien la biblia. Los sacerdotes
estudiaban las escrituras todos los días y se jactaban de conocerlas aun así
crucificaron al Mesías.
Si usted es orgulloso en su conocimiento y desprecia al nuevo convertido
que habla de Jesús de forma inexperta y poco ortodoxa, cuidado porque el
conocimiento ensoberbece. Ayude a los nuevos convertidos para entender
mejor las escrituras, como Priscila y Aquila en el libro de los hechos con el
elocuente Apolos, un hombre joven con mucha motivación, pero con poco
conocimiento de Jesús. No es necesario tomarse el tiempo para desalentar a
los nuevos convertidos. Satanás ya hace eso.
El problema de Natanael es justamente saber más que Felipe, lo que lo
hace actuar con desprecio y desdén. Natanael sabe que el Mesías debe venir
de Belén. Y dice: “¿Nazaret? ¿de ahí puede salir algo bueno?” (Jn
1:46), se burla de él, avergonzando a Felipe. La ironía y el sarcasmo son
las actitudes de las personas que se consideran superiores. El usó de su
conocimiento de las escrituras para ridiculizar el mensaje traído por Felipe,
Natanael es, por así decirlo, Cocinar "el cabrito en la leche de
su propia madre" (Ex 34:26). La expresión del Antiguo
Testamento indica que aquello que Dios hizo para alimentar a los pequeñitos no
debe usarse nunca para matarlos.
Felipe hace bien en no discutir. Él simplemente invita: "vengan
y vean". Es todo. "Gustad, y ved que es bueno
Jehová; dichoso el hombre que confía en él", dice el Salmo 34:
8. pruebe creer en Jesús. Natanael acepta la invitación y es llevado
a Jesús, que revela detalles de su carácter y dice te vi sentado bajo una
higuera. El Señor sabe quiénes somos y dónde estamos, y esto impresiona a
Natanael, que pasa a llamar a Jesús de Maestro, hijo de Dios y rey de Israel.
Pero no se engañe pensando que un encuentro personal con Jesús es el
final de la historia. Es sólo el comienzo. "¿Crees porque te
dije que te vi bajo la higuera?", pregunta Jesús a
Natanael. Jesús asegura que Natanael verá cosas aún mayores, como el
propio cielo abierto (Jn 1:50-51). El cielo abierto es la visión reservada
para todo aquel que cree en Jesús y será también su expectativa si crees en él.
Sin embargo, para el incrédulo, sólo le espera una tumba abierta y el
abismo abierto al salir de esta vida. En los próximos 3 minutos los
milagros de Jesús comienzan en una fiesta.
Autor: Mario Persona
Traducción y Narración: David Cristhian