Video: https://youtu.be/9mDsVC1Aavc
Lectura: San Juan 1:37-39
El mensaje de Juan el Bautista, había sido eficaz. Dos de sus
propios discípulos le dejan para seguir a Jesús. Esto debe ser el papel de
cada uno que habla de Cristo: presentar al Salvador y salir de la
escena. Es para Jesús que apunta toda la Biblia, y es en él se realizan
todos los designios de Dios. Querer estar entre el pecador y Jesús, como
un intermediario, mediador o sacerdote es usurpar una posición que no encaja
con el hombre.
Es fácil de identificar si un ministerio viene de Dios o no. Todo
lo que glorifica a algo o a alguien que no sea Cristo, es del mundo, del hombre
y de la carne. Es a Cristo que deben ser atraídas, y convencidas por el
Espíritu Santo, como es el caso de estos dos discípulos. Algunos años más
tarde el apóstol Pablo reprendería a los cristianos de Corinto porque se fueron
convirtiendo en seguidores de hombres, incluso de él mismo. Si es en Jesús
que usted está interesado, la persona que le encamina a él no es
importante. Es sólo una voz o instrumento usado por Dios.
Jesús ve a los dos que le siguen y pregunta: "¿Qué buscáis?" (Jn
1:38). Es claro que aquel que conoce todas las cosas no ignora nuestros
deseos, pero el Señor quiere que le digas a él exactamente lo que estás
buscando. Jesús te hace la misma pregunta hoy, y tu respuesta revelará si
estás interesado en las bendiciones o en el que bendice.
A diferencia de muchos que siguieron a Jesús en busca de alimento,
curación o consuelo a alguna tribulación, los dos están en busca de una íntima
comunión con aquel que llaman Rabí o Maestro. Ellos quieren saber dónde se
encuentra Jesús, pues desean estar donde él está. "Vengan y
vean" (Jn. 1:39), es la respuesta de Jesús. Ese inmenso
privilegio de escuchar de la boca de Jesús la invitación a seguirlo y estar
donde él está. Aunque Jesús no es visible hoy en día, su promesa de estar
donde dos o tres están reunidos en su nombre sigue siendo válido.
El plan de Dios para usted es simple: fuiste creado por él, y eres
llamado a creer en Jesús para ser salvo y convertido en un adorador y debes partir
en cualquier momento para estar con él en el cielo. Desde el principio
hasta el fin Dios quiere que estés con él, que tengas comunión con él y disfrutes
de su presencia. para el creyente en Jesús, comienza ya en esta vida. Todo
lo demás pierde sentido cuando nos damos cuenta de lo que debe haber
significado para aquellos dos hombres, los momentos que pasaron con Jesús, el
mismo Creador del Universo.
Andrés era el nombre de uno de ellos, que más tarde sería llamado
apóstol. Casi no oímos hablar de Andrés y probablemente nunca oiremos
hablar de hombres y mujeres que disfrutan de los lugares más cercanos a la
comunión con Jesús. Pero Andrés no quiere disfrutar de eso solo. En
los próximos 3 minutos él llevará la buena noticia a los más cercanos a él: su
familia.
Autor: Mario Persona
Traducción y Narración: David Cristhian
