#129 Hijos
Video: https://youtu.be/w2J5iByB2Wg
Lectura: San Juan 1:12-13
Es un gran error pensar que somos hijos de Dios por naturaleza. No
lo somos. Si queremos saber de quién somos hijos, basta con leer lo que el
apóstol Pablo dice en su carta a los Efesios. Allí dice a los cristianos
que vivían en Éfeso que antes de su conversión, por andar según el curso de
este mundo, según el diablo, y según sus propios instintos y pensamientos,
ellos eran "hijos de desobediencia" e "hijos
de ira" (Efesios 2:1-2).
Así que, si usted no se ha convertido a Jesús, los títulos "hijo
de desobediencia" e "hijo de ira” puede
parecer demasiado fuerte y no muy políticamente correcto para ser citada aquí,
pero eso es exactamente lo que dice la Biblia acerca de usted. Y en este
evangelio es muy claro que no somos hijos de Dios por naturaleza porque Juan
habla de un nuevo nacimiento, un nacimiento espiritual que nada tiene que ver
con nuestra existencia como seres humanos.
Después de decir que Jesús a lo suyo vino y lo suyo no le recibió, el
texto continúa diciendo que "a los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Jn
1:12). Por lo tanto, sólo es cuando la gente cree en Jesús que recibe este
título de "hijo de Dios", antes de eso no pueden decir
que tienen ese privilegio, ¿no es así? Y hay más.
Usted no es hijo de Dios por descendencia, voluntariamente o por
voluntad de alguien. Es decir, incluso si tus padres son hijos de Dios por
creer en Jesús, eso no te hace automáticamente un hijo de Dios. También no
por tu propio esfuerzo o voluntad que adquieres ese título y posición ni por
esfuerzo o voluntad de otra persona, como si habría gente con el poder de
transformar a otros en hijos de Dios a través de una oración, imposición de
manos o por arte de magia.
El Evangelio dice que los hijos de Dios "no son engendrados
de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios" (Jn
1:13). Así es el nuevo nacimiento, o el nacimiento de lo alto, el
nacimiento espiritual es algo que Dios hace. Así como no fue por tu
esfuerzo que naciste en este mundo, No es por tu esfuerzo que naces de nuevo,
sino por obra y gracia de Dios.
Si todavía crees que Jesús es un ser iluminado, comparable a algún gurú,
Ángel o extraterrestre, no has nacido de nuevo, Si crees que es por tus
esfuerzos para llegar al cielo, todavía necesitas nacer de nuevo. Si usted
cree que por ser humano ya eres automáticamente miembro de la familia de Dios,
aun no has entendido lo que dice el Evangelio. Antes de los próximos 3
minutos es mejor creer en Jesús y pedirle que te salve, si quieres realmente
ser un hijo de Dios.
Autor:
Mario Persona
Traducción y Narración: David Cristhian