#127 El verbo
Lectura: San Juan 1:1-4
Los cuatro Evangelios presentan cuatro diferentes aspectos de
Cristo. Mateo muestra el perfecto rey prometido a Israel, por lo que está
lleno de citas del Antiguo Testamento. La genealogía de Jesús empezó en
Abraham, el patriarca de Israel y pasa por el rey David. Marcos muestra el
siervo perfecto, humilde y sin genealogía. Lucas presenta al hombre
perfecto, cuya genealogía proviene de Adán, el primer hombre.
El Evangelio de Juan revela a Jesús como Dios y creador, y no hay una
genealogía, pues él no tiene principio ni final, así como el Evangelio de
Juan. Este evangelio comienza en la eternidad, "en el
principio", y termina por hablar hasta el infinito al revelar que si
fuera escrito todo lo que Jesús hizo el mundo entero no sería suficiente para
contener esos libros. ¿Y cómo podría este planeta contener toda la
información sobre Jesús y el universo que él creó?
Así como el libro del Génesis, Juan comienza con la expresión "En
el principio", que en realidad significa "antes de
todo". "En el principio era el verbo",
preexistente. El Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Todas las
cosas fueron creadas por él y sin él nada de lo que fue hecho se
hizo. Jesús es el Verbo. Él no fue creado, él es el Creador.
Es importante entender eso para entender este Evangelio. En
la primera epístola o carta del apóstol Juan, él dice que "todo
espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en la carne es de
Dios; pero todo espíritu que no confiesa que Jesús ha venido en carne no es
de Dios " (1 Jn. 4:2-3). No es suficiente decir que Jesús
nació en este mundo, es necesario confesar que él vino en carne, que presupone
su preexistencia y naturaleza eterna.
Cabe
también una explicación para que usted entienda la expresión «vida
eterna» cada vez que aparece a lo largo del Evangelio. Vida eterna no
es sólo una vida que nunca termina. Las personas que no creen en Jesús no
tienen vida eterna. Aun así, ellas morirán, serán resucitados en un cuerpo
tangible y vivirán para siempre en el lago de fuego.
Ninguno de nosotros es eterno, solo Dios. Todos nosotros fuimos
creados para nunca más dejar de existir, lo que significa que tenemos por
naturaleza una vida perpetua, pero no eterna. En el versículo 4 dice que,
en él, en Jesús, estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Además
de creador y sustentador de todas las cosas, Jesús es también el origen y el
autor de la vida, ya sea la vida natural que tienen todos los seres vivos, o la
eterna, un privilegio sólo de aquellos que han nacido de nuevo.
Si usted
busca por la expresión "vida eterna" en una Biblia
digital aprenderá que la vida eterna es un regalo, es decir, que lo recibes
gratuitamente, no por tus esfuerzos; es algo que usted puede saber ahora
mismo si tiene o no; que la vida eterna está en Jesús y, ahora viene lo
más sorprendente — Jesús "es el Dios verdadero y la vida
eterna" (1 Jn 5:20). Por lo tanto, no puedes tener vida
eterna independiente de Jesús-, porque la vida eterna es una persona, es
Jesús. ¿Tienes vida eterna? ¿Tienes a Jesús? En los próximos 3
minutos la luz viene al mundo.
Autor: Mario Persona